Escrito por: Silvia Chang
Se encuentran los dos solos en la habitación. Los besos, las dulzuras y las caricias no pueden faltar en un momento lleno de romance. Las emociones empiezan a revolotear, tu corazón está pidiendo más. Más de ese sentimiento que te estremece y te hace sentir un alto grado de comodidad. Miradas seductoras piden más del sexo opuesto. Las tentaciones surgen y tus manos empiezan a recorrer los caminos más peligrosos del cuerpo humano. Caminos indescriptibles que llevan al placer. Placer que lleva a la satisfacción más deseada del ser humano. Poco a poco, los coloridos tejidos de algodón van cayendo al suelo y los cuerpos ahora descubiertos están ardiendo en las llamas de la pasión. Los roces continuos toman su lugar arrojándole más leña al fuego de pasión. ¡ALTO!
TÚ DECIDES el desenlace de esta historia. Tú eliges entre un momento de placer y satisfacción, o una vida entera arrepintiéndote de acciones que en muchas ocasiones pudiste prevenir. La prevención es la clave. El condón es una de varias alternativas para prevenir situaciones como el embarazo o las enfermedades de transmisión sexual.
“No va a pasar nada” NO es la respuesta adecuada. La mayoría de las personas que actualmente padecen de alguna enfermedad de transmisión sexual, antes de padecerla, dijeron esta frase tan común. La mayoría de las mujeres que han quedado embarazadas accidentalmente, escucharon esta frase de la boca de su pareja.
Muchos dirán: “sin condón se siente mejor”, sin embargo, cuando surjan los problemas, desearán poder retractar sus palabras. Tener sexo sin condón va más allá del placer y de los juegos, significa un compromiso fiel. Significa que tú estarás dispuesto a enfrentar todo cambio que surja a raíz de las relaciones con tu pareja.
¡TÚ DECIDES!
¿Te abstienes, te proteges o te comprometes?
